Para iniciar esta exposición, hay que iniciar con estas interrogantes, mismas que son fundamentales para forjarnos una idea concreta e integrar de manera coherente la vinculación de lo que significa el patrimonio cultural. Hoy tratado en su manifiesto de bienes muebles, con su identificación como un componente esencial de la imagen urbana de los catalogados centros históricos, es decir el patrimonio construido es en si la esencia de la existencia de estos, al tiempo que debería de interrelacionarse adecuadamente con una correcta y funcional imagen e infraestructura urbana actual.
Ahora bien, es innegable que una parte del patrimonio es un componente más de la imagen urbana, ya que se ha luchado por conservarlo. Pero, también hay que reconocer que ha sido un gran y agudo problema la falta de planes directores urbanos y de un desarrollo sustentables acordes con lo que se conserva y donde se localiza.
También hay que recordar que no todos los edificios erigidos durante el periodo colonial fueron precisamente un modelo de integración armónica con su entorno. También hay construcciones históricas que son un verdadero problema de integración visual, pero que por el hecho de ser siglos previos, están protegidos y considerados como monumentos históricos sin prevalecer el valor estético del inmueble.
El aislar en pro de la conservación a veces mal entendida, los sitios históricos, los retablos, o las casas habitación, dejando al margen a la población que antes tenía libre acceso a ellos, no es la solución a los problemas de concientización y conservación. Los especialistas que interviene y definen los criterios de conservación para un bien material, pocas veces consideran el arraigo espiritual de que ellos se tenía obstaculizando la posibilidad de interactuar con ellos. De esa manera se perderá lo concerniente a patrimonio cultural intangible.
Por último no queremos dejar de reflexionar que sumando a la parte legal están los conceptos de educación y respeto, así como los de integración que son los factores determinantes para la permanencia de nuestro patrimonio. Si permitiésemos un acceso más real a los bienes culturales, quizá obtendríamos más y mejores perspectivas de conservación.
conclusion:
Podemos concluir que un patrimonio cultural sobre un bien inmueble es aquel que puede aportar para la herencia un testimonio de la vida diaria de los que habitaron y aportaron la cultura que nos rige hoy y su importancia radica en ser el conducto para vincular a la gente con su propia historia.